miércoles, 7 de marzo de 2012

¡GRACIAS A TI, MUJER COFRADE!


Hoy, 8 de marzo, la sociedad celebra el Día Internacional de la Mujer trabajadora. Este pequeño espacio Cofrade no podía sino rendir un sentido homenaje a las valientes voces femeninas de nuestra Hermandad materializadas en un artículo escrito por una de ellas. Quizás les suene, fue publicado en el Libro- Guía de Semana Santa de este curso y su autora, la periodista María Jesús Mora, refleja en él el amor y la entrega constantes que la mujer ha dejado en la historia de esta Hermandad. Que sea este nuestro más sentido homenaje hacia aquella figura que ha sido pilar clave de nuestra Fe, al igual que lo fue María en su Amargura:

Parece que fue ayer y ya han pasado más de cincuenta años desde que Adela Labrador y María Fernández Paniagua comenzaran lo que finalmente ha sido toda una victoria para la mujer y su papel en la hermandad de Jesús Nazareno. Quién les iba a decir a ellas, que su ímpetu por lanzar a la mujer cofrade tendría tan reconocida recompensa.
Junto a otras paisanas, inquietas por la pasión hacia la Virgen de la Amargura, Adela y María repetían año tras año el mismo ritual; puerta a puerta y con más o menos timidez pedían donativos para comprar las flores que la Virgen lucía finalmente en la Semana de Pasión. No eran tiempos fáciles ni de abundancia, pero con paciencia y tesón siempre lo conseguían.
Si lo de ellas fue todo un ejemplo de trabajo y devoción, admirable fue la generosidad de las cerca de cuarenta mujeres enlutadas por la Guerra Civil que con su primera pensión de viudedad, obtenida en los años 70, lograron juntar 80.000 pesetas y encargar en los talleres ARTE ESPAÑOL de Julián Cristóbal en Madrid, el primer manto largo que estrenó en los 80 la Virgen de la Amargura.
Un manto que como cada año guardaba María. De baúles con olor a naftalina también salían enaguas, encajes,… en definitiva la ropa que con un trato delicado y minucioso se conservaba para que pudiera lucir cada Semana Santa como si de nueva se tratara. El ajuar que años antes había tejido junto a Adela de las albas y casullas con las que cantaron misa los párrocos Don Joaquín y Don Jesús. Mientras, Melitona, Carmen y Salud recogían las cruces penitenciarias, los escapularios o cordones que habían dejado a algunos cofrades. Envolvían en papel de seda los estandartes de la hermandad y se juntaban bajo las faldillas de la mesa de la cocina, siempre rodeadas de algún nieto que otro, a contar el dinero que con mayor o menor tino los fieles habían lanzado a los pasos en procesión y que servirían para pagar las nuevas tulipas, bombillas, flores y algún que otro nuevo paño sagrado.
Desde un papel secundario la mujer ha conseguido también darle el protagonismo necesario a su Virgen, la Virgen de la Amargura. La primera talla que procesionó junto a su hijo en una misma cofradía. La hermandad de Jesús Nazareno en los años 60 consideró oportuno incluir las dos tallas, Jesús y Amargura, en el mismo desfile procesional.
Veinte años después se consigue dar respuesta a una de las preguntas más comunes entre las mujeres cofrades, ¿cómo no acompañar a nuestra madre? Así, enfundadas en túnica blanca, capa morada y caperuza, aparecen en 1980 las Nazarenas, la hermandad crea la sección de la Virgen de la Amargura. Mujeres que con su paso sigiloso, respeto y silencio, arropan a su virgen. Mujeres que comparten el dolor y también la alegría de la Amargura cuando el Domingo de Resurrección le acompañan al encuentro con su hijo resucitado.
Y así, poco a poco ha ido pasando el tiempo hasta llegar a lo que tenemos ahora, mujeres costaleras y con posiciones en los órganos de gobierno. El camino no ha sido fácil, un mundo tradicionalmente considerado “de hombres” que tan sólo dejaba espacios donde ella podía ejercer con cierta autonomía. Es ahí donde la voz de la mujer ha conseguido irrumpir valientemente y desde una profunda fe en épocas donde se consideraba que no tenía palabra, que su silencio era lo único importante. Gracias a su esfuerzo hoy en día la hermandad, en continuo proceso de modernización, cuenta con mujeres costaleras que bajo las trabajaderas se emocionan cuando dan el paso a nuestro padre Jesús al compás de la saeta.
Lo que leen es sólo una mención aparte del trabajo desinteresado y a veces poco reconocido que han ido realizando durante tantos años las mujeres. Décadas que no han pasado por alto para la mirada de algunos, un protagonismo que ha ido entrando de manera paulatina, exento de polémica y convirtiendo a esta hermandad, la de Jesús Nazareno, en una de las más justas e igualitarias de todas las cofradías españolas.
Es un repaso a la historia de la mujer cofrade, mujer nazarena, mujer luchadora. Un homenaje a nombres como María, Adela, Antonia, Melitona, Carmen, Salud, Mercedes, Pilar, Mari Carmen, Paqui,... y otros cientos de mujeres que sería imposible nombrar pero que a buen seguro se sienten identificadas con el trabajo de la mujer cofrade.
A todas ellas gracias, porque con vosotras, la hermandad ha llegado a ser lo que es: Una hermandad unida, con fuerza y con sed de paz, sensatez y cariño que sólo tú puedes dar.
Sigue ahí MUJER COFRADE, juntos haremos más

Mª Jesús Mora G-C.
Periodista y hermana de Jesús Nazareno y Virgen de la Amargura.

2 comentarios:

un morao mas dijo...

Maravilloso y emocionante artículo a través del cual podemos ver la influencia de la mujer en nuestra hermandad. Aunque en mi opinión la mujer todavía tiene un lugar mas en la hermandad y es en la banda. Si nos consideramos una hermandad justa e igualitaria no podemos desprendernos del lujo de contar con mujeres en la banda

Anónimo dijo...

OJALA QUE TU COMENTARIO CAIGA EN MANOS DE LAS PERSONAS RESPONSABLES Y SEA LA SIGUIENTE BARRERA A ROMPER DENTRO DE NUESTRA HERMANDAD, AUNQUE PARA ESO TAMBIEN SERIA NECESARIO QUE LAS MUJERES QUE QUIERAN SE PASEN O CONTACTEN CON LA JUNTA Y PIDAN LOS DOCUMENTOS DONDE TIENEN QUE HACER ESTAS PETICIONES,