Hace ya unos años que nuestra Hermandad logró al fin alcanzar un proyecto histórico por el que llevaba detrás de él muchas décadas: lograr que su Señor se meciera por su pueblo. Desde entonces hasta ahora ha pasado un tiempo precioso para que "Los Moraos" reflexionaran acerca de su Señor y su Madre. Y su Reina no iba a ser menos...se merece la Gloria y sentirse bajo el palio de una Hermandad que la ama de verdad. A grosso modo, éste es el esquema general del Palio de una Reina...como la nuestra.
El paso de palio, al igual que el de Nazareno, es portado a costal, generalmente dividido en siete trabajaderas rodeadas de cuatro respiraderos de plata, en los cuales van grabadas algunas de las escenas más representativas para su Hermandad.El palio es una estructura que cubre el paso y que está compuesto por un techo, bambalinas frontales y laterales. El palio está sostenido por seis pares de varales que se distribuyen a lo largo de los costeros, adornados con apliques de marfil o de madera.
Justo en el frontal del paso se extiende la candelería, que es como se suele denominar en términos generales a la iluminación del paso de palio, y que son filas sucesivas de palmatorias de plata que ganan en altura cuanto más hacia atrás están y que portan cirios. La candelería está compuesta por un mínimo de ochenta piezas y un máximo de unas ciento veinte. Cuando la cofradía no es de rigurosa penitencia, es costumbre que la vela guía se adorne con flores, sobre todo rosas, y hojas de distintos tamaños y formas. Todos estos adornos están hechos de cera. Y este cirio con adornos es la «vela rizá».
En los costeros del paso y situados entre los varales encontraremos jarras de plata para piñas de flores. Cada jarra grande suele llevar unas catorce docenas de claveles y cada jarra mediana, unas doce docenas. Al final de los dos costeros encontramos los candelabros de cola, que suelen estar realizados en los mismos metales que el resto del paso de palio. Su función es iluminar el manto de la Virgen y la trasera del paso y cada uno lleva de ocho a catorce puntos de luz.
Justo encima de de la parihuela se extienden los doce varales, también realizados en plata y labrados con las insignias de la Hermandad. El techo del palio, realizado en terciopelo bordado, sujeta las bambalinas, que son las caídas de éste y las que se encargan de dar movimiento al paso, al bailar al compás contrario al de la Virgen. En el centro inferior del techo del palio se sitúa la Gloria, que no es sino una ilustración pintada de la imagen titular que preside la ermita desde donde sale a procesionar la Hermandad.
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