Celebramos hoy la festividad de Santa Lucía, virgen y mártir. Joven comprometida, no dudó en esperar firmemente en la Palabra con su testimonio diario enfrentándose a las vejaciones que sus contemporáneos llevaban a cabo con su Fe. Dejando a un lado la leyenda más o menos espectacular de su martirio, pidámosle a esta mujer de Dios que sobre todo nos abra los ojos a la sociedad que necesita un referente sólido en su día a día. Pongamos en nuestra oración el compromiso de esta Santa desde la vida de los jóvenes de nuestra Corporación: ellos también pueden ser santos del siglo XXI. Que Santa Lucía y ese precioso barrio de San Antón nos abran realmente los ojos a la vida social y cristiana que nos ofrece esa juventud ilusionada. Ayudémos a nuestro futuro, entre todos, a ser joven y santo como Lucía testimonió siendo joven y santa por su Nazareno.
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