Encendemos en nuestra Hermanadad el primer cirio de Adviento en este Domingo. Y para celebrar este precioso tiempo en el que la Iglesia nos da la oportunidad de volver a recordar cómo un Niñito cambió toda una Humanidad pongamos nuestros ojos en María de la Amargura: Ella logró adivinar los ojos de su Señor en su propio vientre y caminar "siempre de frente" durante su tiempo de gracia. Ella lo supo ver y nos ayuda a que nosotros lo veamos, pero ¿queremos realmente mirarla a sus ojos en este nuevo Adviento?
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