Como cada Navidad, os saludo como Hermano Mayor para agradecer enormemente la labor que la Hermandad viene realizando desde los últimos meses. No ha sido fácil el año que hemos pasado juntos, pero sí gratificante: hemos podido estrenar el palio de Nuestra Madre y eso sin duda que ha marcado un antes y un después en la historia de la Cofradía.
Todos los momentos que hemos vivido juntos, todas las esperanzas y sueños que hemos visto cumplidos este 2013 y todos los deseos para un 2014 que esperemos esté repleto de sorpresas los ponemos delante de nuestros Titulares. Os pido que esta Navidad recéis por esos sueños, porque es la forma más directa, más sencilla y más cristiana de hacerlos realidad: ya estará el 2014 para poder ponerse manos a la obra con ellos, pero primero es necesaria la oración.
Y pido dos deseos que especialmente hacen falta en el tiempo en el que nos encontramos: el primero, que no dejemos a un lado la labor caritativa que venimos realizando desde hace unos años porque es la que en verdad nos hace grandes, nos hace cristianos, nos hace “moraos”; el segundo, que la Restauración en la que está inmersa nuestro Titular finalice en el éxito artístico que así esperábamos el día en que mi Junta y yo tomábamos esa decisión trascendental.
La cuadrilla de costaleros, la Banda de CCTT, el Grupo Joven y la Junta de Gobierno debe seguir trabajando como hasta ahora, porque realmente hacéis grande a una Hermandad que necesita ser “luz del mundo”, como la que anuncia ahora el Nazareno que nace en Belén.
Feliz Navidad.
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