Un año más el calor ya apagoso de la Mancha más profunda
hizo acto de presencia de sopetón en Herencia; un año más y un nuevo
septiembre, nuestros Titulares fueron expuestos cara a cara a su pueblo, a “su
gente”, a sus hijos, a sus “moraos”. Antes, el Grupo Joven de la Hermandad
junto con varios miembros de la Junta de Gobierno fueron los encargados de
llevar a cabo la puesta en escena del Besamanos.
Así, numerosos fieles y hermanos se acercaron el pasado
Viernes a besar las manos de nuestro Señor y María Santísima de la Amargura que
desde la pasada primavera no eran expuestos en Solemne Besamanos para que su
Cofradía disfrutara en distancia corta de la belleza que exhalan sus Titulares.
Bellas estampas Acto sobrio pero no por ello sin elegancia, en el que la talla mariana mostraba por vez primera una imagen añeja atípica a la habitual: su rostro dejaba a la luz el cabello de “la Amargura”, lo que provocó rostros de sorpresa entre los fieles asistentes. La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, por su parte, fue presentada con su tradicional forma “en besamanos”. Una breve oración puso punto y final a un atardecer que de nuevo tintó de “nazareno y oro” la primera semana de septiembre en Herencia.
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