Cual mece un Niño en la cuna,
despacio y constante meneo,
así mecen a mi Reina
la cuadrilla costaleros.
No quieren que de sus ojos
caiga una lágrima al suelo,
no quieren que mi Amargura
llore por su Moreno.
Pues quieren llevar sigilosos
a la Madre por el pueblo,
y no quieren que derrame
el llanto de su pañuelo.
Quien pudiera ser Amargura,
quién te acompañara al paso,
quién pudiera darte risas
para quitarte ese llanto.
Quién pudiera ser tus pies
pa´rachear ese palio
y llevarte el domingo
en busca el Resucitado.
Meciéndote a San Antón,
como mecías, en Belén
a ese Niño de tus ojos
al que pronto vas a ver.
Madre mía dales fuerza y sentimiento,
que cada costalero sabe
lo que Tú sufres por ellos.
Y ellos gozarán contigo
la alegría del Encuentro.
María del Milagro Iniesta.
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