sábado, 5 de mayo de 2012

Entrevista conclusoria de la Visita Pastoral a nuestro Obispo Antonio

“DE HERENCIA ME LLEVO LA EXPERIENCIA DE LA IGLESIA”

POR: JAVIER FERNÁNDEZ- CABALLERO

Son alrededor de las siete de la tarde y con una sonrisa entre los labios, Don Antonio Algora hace un hueco en su apretada agenda en esta visita Pastoral para responder a las preguntas de una Parroquia emocionada por su visita. Viene de visitar el centro “Carpe Diem”, y hace tan sólo unas horas ordenaba en la S.IB. Catedral de Ciudad Real a dos nuevos sacerdotes para la Diócesis, por lo que la emoción de un Buen Pastor fiel a su rebaño se palpaba en sus palabras: dos nuevos hijos de la Iglesia habían salido de sus manos para proclamar el Evangelio de Jesucristo en Ciudad Real. Con la alegría de Jesucristo resucitado en su mirada Don Antonio parece acercarnos más con sus respuestas a esa Iglesia Universal desde  nuestra Parroquia y nuestra vida diaria. Así comenzábamos la entrevista.
La Iglesia nos ha regalado y se ha regalado a sí misma dos nuevos sacerdotes esta misma mañana. No podíamos comenzar con otro acontecimiento, ¿Qué le diría al mundo de este milagro que el Señor nos ofrece?
No es ningún milagro, es la vida diaria de la Iglesia que sabe ofrecer lo mejor de sí misma para el servicio de la Comunidad cristiana y con la Comunidad cristiana para el servicio de la sociedad. Dos sacerdotes son dos personas que se han entregado totalmente al bien común.

¿Cree que realmente hay una crisis de vocaciones o la "falta de crisis" es la que no deja ver las que realmente hay?
Nosotros notamos la crisis de falta de vocaciones de una forma muy egoísta: queremos tener más curas para que nos digan más misas. Y no, la falta de sacerdotes está en el mundo entero. Estos días he tenido relación con diócesis de otros países y  un sacerdote me contaba cómo tenía para él solo en Nicaragua una Parroquia más grande que media España, entre las que contaban setenta iglesias. Es por esto que es necesario que tomemos conciencia de que la Iglesia extendida por toda la Tierra necesita sacerdotes.

 ¿Qué tiene que ver la educación en esto?
La educación es producto de nuestra manera de ser, y la crisis más profunda que tenemos es que vivimos como si Dios no existiera y como si no necesitáramos nada de los demás. Entonces es difícil en esta circunstancia que la gente se vuelva a Dios y le pida que haga algo con nosotros. El sacerdote escucha con su vida lo que Dios quiere y por eso actúa a favor de los demás.

Hablemos de la visita pastoral….¿Qué ve el Obispo de Ciudad Real en un pueblo humilde, en sus gentes, en su fe “de pueblo”?
En pueblos como Herencia lo que veo es una religiosidad muy profunda. Es decir, en estos casos no es verdad lo que he dicho antes de que se vive “como si Dios no existiera” sino que aquí hay un porcentaje de la población muy alto que tiene una referencia clara a Dios en las distintas devociones. El pasado jueves hacía balance de lo que me dijeron los presidentes de las Cofradías y Hermandades y salían más de tres mil personas. En un pueblo como Herencia es prácticamente la totalidad de las familias.


Hablando de las Hermandades como pilar clave de nuestra Parroquia ¿qué aspectos positivos destacan y qué les falta para conseguir serlo de verdad?
No se le puede pedir mucho más. La piedad popular es piedad de sentimientos y es ahí donde debemos alimentar nuestra religiosidad. Es verdad que en los tiempos que corren si hay desinformación religiosa o la gente no va a clase de religión y no entiende de qué va esto es más difícil alimentar ese sentimiento religioso. Por tanto, lo que necesitaría nuestra piedad popular es una mayor formación. Es decir, saber exactamente qué lugar ocupa en la historia de la salvación el misterio de Jesucristo, de la Virgen o de los santos para nuestro propio bien.


¿Una reestructuración?
No tanto reestructuración cuanto que todos los cofrades tuvieran interés en el por qué de la devoción que tienes.


En nuestro pueblo ya existe, desde el pasado año, un grupo de Jóvenes en la Hermandad de Jesús Nazareno, sin duda otro de los frutos de la Jornada Mundial de la Juventud, ¿qué palabras les dirige su obispo?
Los jóvenes venís dando y eso es una esperanza para el futuro de las Hermandades que os intereséis y que vosotros, que tenéis más facilidad para los medios de comunicación y la cultura, profundicéis en esa religiosidad popular. De todas maneras tampoco os lo creáis mucho (risas sutiles)…los jóvenes, al igual que los mayores lo que necesitamos es convertirnos a Dios y el futuro de las Hermandades, las Cofradías, la Parroquia y la Iglesia está en que nos convirtamos a Él.


¿Cómo trabajar estos jóvenes que no se sienten atraídos por la formación cristiana pero sí por el amor a sus Titulares?
Para responderte voy a hacerlo con una anécdota:  en una ocasión me comentó una persona “Yo no creo en Dios ni en la Iglesia, pero mi Virgen es mi Virgen”. Yo le contesté: “Dile a tu Virgen que te enseñe quién es el Crío que lleva en brazos”. Un poco os diría esto a los jóvenes que estáis inquietos por el misterio que lleváis sobre los hombros y del que os queréis hacer cargo en una Cofradía.


Hemos hablado de los diversos grupos de formación en nuestra parroquia, cada uno cumple su función, su tarea pastoral y su programa…¿cuál cree que es el secreto mágico para que todos remen en una misma dirección en esta barca?
(Risas) No tiene ningún secreto. Sencillamente es que Jesucristo le dijo a los apóstoles “Id por el mundo entero y proclamad el Evangelio” y ellos dieron la vida del Hijo de Dios a todos los hombres en los sacramentos y desde hace cerca de dos mil años los cristianos estamos llevando a cabo esa tarea. El secreto está en que Jesucristo resucitado se hace presente en su Iglesia y en cada uno de sus  cristianos que quieren ser fieles a su Señor.


¿Qué se lleva hasta el momento de Herencia?
A parte del mucho cariño con el que me habéis tratado, me llevo la experiencia de la Iglesia y lo repito: experiencia de la Iglesia. Porque el obispo tiene un privilegio especial, es que ve a la comunidad cristiana reunida y formando bien las tres patas de la vida cristiana: la catequesis – que funciona muy bien en la Parroquia- , las celebraciones litúrgicas – que se celebran espléndidamente en los diferentes lugares de culto que hay en el pueblo- y el amor, que es la fuerza de la Iglesia y está representado en Cáritas. Teniendo esos tres pilares de la catequesis, la formación y la caridad juntas la vida de la Iglesia está asegurada. El obispo tiene ese privilegio de ser testigo de esa Iglesia bien dispuesta.


Por último, el Papa ya lo ha hecho... ¿nos informará Don Antonio de la próxima Visita Pastoral en 2020 por twitter? (Risas…carcajadas) No sé yo…ciertamente debemos estar siempre al loro de las nuevas tecnologías pero hay una cosa que en la Iglesia es imprescindible: la presencia personal. Esa no se puede sustituir hasta que no inventen una máquina que nos traslade a todos de un  lugar a otro en el tiempo. De momento los medios de comunicación y los jóvenes lo estáis haciendo muy bien desde la Pastoral de Juventud, pero llega un momento en que es necesaria la presencia física.
Con esa presencia personal de Don Antonio le agradecemos que haya pasado estos maravillosos y entrañables días en Herencia, en su pueblo. En sus palabras se hacía presente el verdadero significado del Pastor de la Iglesia que,  como buen observador, nos ha reflejado los virtudes y los defectos que nuestra Comunidad lleva a cabo. Ahora es tarea nuestra reflexionar acerca de nuestra vida cristiana y nuestra vida parroquial…nuestro Obispo ya lo ha hecho. Y nos ha asegurado que realmente merece la pena.

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