El pasado domingo, nuestros vestidores fueron los encargados de engalanar a nuestra Madre del color inmaculado, tal y como marca la tradición en estos días de diciembre. Este año de un modo especial, pues será el último signo con el que nuestra Hermandad honrará a nuestra Madre Inmaculada en la celebración del cincuenta Aniversario de su Proclamación oficial como Patrona de Herencia.
En su Amargura, la Virgen luce un tocado de tul bordado y va vestida con el manto cruzado, entre sus manos porta una flor de orfebreria y pedreria. Gabi, con su dedicación y empeño, una vez más nos ha deleitado vistiendo a la titular de nuestra Hermandad. Esperemos que, junto a Jose y Antonio, nos sigan regalando estos momentos.
Azul inmaculado, este es el color del Adviento, tiempo de espera y de vigilia, mientras aguardamos el nacimiento de Jesus. Este es tambien el color liturgico que viste nuestra madre de la Amargura, color de pureza virginal.
Podremos visitar a nuestra virgen, durante este tiempo, cada viernes en nuestra ermita de la Labradora, y durante la navidad
2 comentarios:
Como siempre, una vez más doy las gracias a los vestidores. Esta guapisima.
No hace falta alabar la belleza del rostro de la virgen porque su expresividad habla por si sola, pero si son merecedores de albanza a los que con su tacto hacen que el cuerpo de nuestra madre vestido con sentimiento nos envuelva aun mas en nuestra devocion.
gracias
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